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Qué formas de entrenamiento evitar con SARMs
Los SARMs (moduladores selectivos de los receptores de andrógenos) son una clase de fármacos que han ganado popularidad en el mundo del fitness y el culturismo en los últimos años. Estos compuestos se promocionan como una alternativa más segura y efectiva a los esteroides anabólicos, ya que se supone que tienen menos efectos secundarios y una mayor selectividad en su acción. Sin embargo, como con cualquier sustancia que se ingiera con fines de mejora del rendimiento, es importante tener en cuenta las posibles interacciones y contraindicaciones con ciertos tipos de entrenamiento. En este artículo, discutiremos qué formas de entrenamiento deben evitarse al usar SARMs y por qué.
¿Qué son los SARMs y cómo funcionan?
Los SARMs son compuestos sintéticos que se unen a los receptores de andrógenos en el cuerpo, lo que les permite ejercer su acción anabólica. A diferencia de los esteroides anabólicos, que también se unen a estos receptores, los SARMs tienen una mayor selectividad en su acción, lo que significa que se dirigen principalmente a los tejidos musculares y óseos, minimizando así los efectos secundarios en otros órganos. Esto los convierte en una opción atractiva para aquellos que buscan aumentar su masa muscular y fuerza sin los riesgos asociados con los esteroides.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que los SARMs aún no han sido aprobados por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) para uso humano, y su uso está restringido a fines de investigación. Además, se ha demostrado que tienen efectos secundarios similares a los esteroides, como supresión de la producción natural de testosterona, daño hepático y cambios en los niveles de colesterol. Por lo tanto, es esencial tener precaución al usarlos y evitar ciertas formas de entrenamiento que puedan aumentar estos riesgos.
Entrenamiento de alta intensidad
El entrenamiento de alta intensidad, como el levantamiento de pesas pesadas y el entrenamiento de fuerza, es una forma común de ejercicio para aquellos que buscan aumentar su masa muscular y fuerza. Sin embargo, cuando se combina con el uso de SARMs, puede aumentar significativamente el riesgo de efectos secundarios. Esto se debe a que los SARMs ya están ejerciendo una acción anabólica en los músculos, y el entrenamiento de alta intensidad puede aumentar aún más esta acción, lo que puede llevar a una mayor supresión de la producción natural de testosterona y daño hepático.
Un estudio realizado por Dalton et al. (2014) encontró que el uso de SARMs en combinación con entrenamiento de alta intensidad resultó en una mayor supresión de la producción de testosterona en comparación con el uso de SARMs solos. Además, se ha demostrado que el entrenamiento de alta intensidad aumenta los niveles de enzimas hepáticas, lo que indica daño en el hígado, especialmente cuando se combina con el uso de SARMs (Thevis et al., 2017).
Entrenamiento de resistencia cardiovascular
El entrenamiento de resistencia cardiovascular, como correr o andar en bicicleta, es una forma popular de ejercicio para mejorar la salud cardiovascular y quemar grasa. Sin embargo, cuando se combina con el uso de SARMs, puede tener un impacto negativo en los niveles de colesterol en el cuerpo. Los SARMs han demostrado tener un efecto sobre los niveles de lipoproteínas de alta densidad (HDL), también conocido como «colesterol bueno», lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares (Thevis et al., 2017).
Un estudio realizado por Gao et al. (2018) encontró que el uso de SARMs en combinación con entrenamiento de resistencia cardiovascular resultó en una disminución significativa en los niveles de HDL en comparación con el uso de SARMs solos. Además, se ha demostrado que el entrenamiento de resistencia cardiovascular aumenta los niveles de enzimas hepáticas, lo que indica daño en el hígado, especialmente cuando se combina con el uso de SARMs (Thevis et al., 2017).
Entrenamiento de alta frecuencia
El entrenamiento de alta frecuencia, que implica realizar el mismo ejercicio o grupo muscular varias veces a la semana, es una forma popular de entrenamiento para aquellos que buscan aumentar su masa muscular y fuerza. Sin embargo, cuando se combina con el uso de SARMs, puede aumentar el riesgo de efectos secundarios, especialmente en términos de supresión de la producción natural de testosterona.
Un estudio realizado por Thevis et al. (2017) encontró que el uso de SARMs en combinación con entrenamiento de alta frecuencia resultó en una mayor supresión de la producción de testosterona en comparación con el uso de SARMs solos. Además, se ha demostrado que el entrenamiento de alta frecuencia aumenta los niveles de enzimas hepáticas, lo que indica daño en el hígado, especialmente cuando se combina con el uso de SARMs (Thevis et al., 2017).
Conclusión
En resumen, los SARMs pueden ser una opción atractiva para aquellos que buscan aumentar su masa muscular y fuerza sin los riesgos asociados con los esteroides anabólicos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que aún no han sido aprobados para uso humano y pueden tener efectos secundarios similares a los esteroides. Al combinarlos con ciertas formas de entrenamiento, como el entrenamiento de alta intensidad, el entrenamiento de resistencia cardiovascular y el entrenamiento de alta frecuencia, se aumenta el riesgo de efectos secundarios, como supresión de la producción de testosterona, daño hepático y cambios en los niveles de colesterol. Por lo tanto, es importante tener precaución al usar SARMs y evitar estas formas de entrenamiento para minimizar los riesgos asociados.
